Todo aquí está unido por caminos milenarios que nos llevan a un mundo de leyendas que rememoran sus orígenes, desde los celtas y romanos hasta sus habitantes de hoy que mantienen un estrecho vínculo con la tierra y reciben al visitante con una hospitalidad única.
A orillas del Miño, e inmediaciones de los ríos Rato y Mera, más de 40 km de sendas fluviales, ideales para la práctica del senderismo, carrera pedestre, bicicleta, etc